Lula es así, mística, sensual, bilocada y reflexiva. Hacía tiempo que quería presentaros a nuestra artista de familia, pero como ya se sabe que
donde hay confianza da asco, pues el asco de la rutina hace que se me olvide siempre. Pero en esta me redimo.
Lula llegó a nuestras vidas de la mano de sus finas líneas, su humor canalla y su acento gallego. Artista de vocación y diseñadora gráfica de profesión (dualidad que se repite en la historia de la profesión hasta la saciedad), esta gallega afincada en Barcelona, ilustra para Esquire todos los meses el Glosario, o pequeño diccionario mensual.
Pero en esta ocasión quiero que conozcáis su trabajo personal, no el editorial (¡que ya os resumo en otro post, hombre, tened paciencia!). Con un mensaje cada vez mas intimista, Lula reflexiona sobre el artista y su obra, sobre ese complicado proceso que ocurre en la mente del artista y que el común de los mortales no experimentará jamás. Misticismo puro, éxtasis de Goce. Su último trabajo, resumido en sus palabras:
"El proyecto ”Éxtasis de Goce” trata de generar una reflexión sobre la situación de precariedad laboral actual que el grueso de artistas vive, y entre los que me incluyo, donde se ve obligado a realizar a modo de purga y a través de la disciplina y la aceptación de trabajos no artísticos, un sin fin de tareas que tocan de lado la profesión, pero no son estrictamente la práctica artística."
Presentada estás, guapa. No dejen de vistarla.